jueves, 11 de octubre de 2012

Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nenx! Camina un CECSo* de lucha, autónomo y en movimiento



Como agrupación apostamos cotidianamente desde hace ya muchos años a construir una herramienta gremial que pueda ser un espacio de organización y participación de todxs los estudiantes, que cada vez podamos ser más los que nos encontremos día a día debatiendo y problematizando nuestro tránsito por la facultad y nuestra universidad, y desde allí poder construir un movimiento estudiantil critico que sea capaz de luchar y ganar nuestras reivindicaciones. Hace dos años que asumimos el desafío de formar parte de la Coordinación General del CECSo, junto a lxs compañerxs de La Juntada y, un año más tarde, con la incorporación de La Brújula –FER. Con estxs compañerxs hoy conformamos El Empuje, como muestra de avance en la unidad.
Desde este lugar buscamos aportar también a la democratización de nuestra herramienta gremial. Esto significa que lejos de subordinarse a la política de su conducción, se constituya como un espacio plural y abierto. En este sentido, nuestra disputa por la democratización de todos los ámbitos en donde se desarrolla la vida política de la Universidad es una tarea imprescindible para que el movimiento estudiantil adopte formas de organización que respondan a la necesidad de discusión democrática y organización colectiva de la acción, y que transformen a los gremios en una herramienta de combate que prefigure relaciones sociales de nuevo tipo.
Entre las propuestas que llevamos desde este espacio político se encuentran la apertura de un proceso estatuyente con la intención de consagrar formas de organización democráticas y de base (nuestro objetivo no es crear un reglamento muerto que ningún estudiante tenga apropiado), la creación de un Espacio Cultural motorizado por la Comisión de Cultura que aliente la apropiación del espacio de la facultad y la integración entre estudiantes más allá de las aulas, el Taller por una Radio del Centro para el ejercicio activo de una comunicación que parta desde nuestra propia mirada, la mejora de las condiciones laborales de lxs trabajadorxs sorteados y el mantenimiento del estacionamiento que recuperamos con la lucha del movimiento estudiantil.
Además, se impulsaron desde los ámbitos de participación del CECSo actividades con el objetivo de dar la “batalla de ideas” y discutir con nuestros compañerxs sobre la coyuntura nacional reciente. Con estas inquietudes se organizaron charlas de debate y jornadas culturales sobre el aniversario del asesinato de Darío y Maxi, Mariano Ferreyra, debate sobre elecciones nacionales, entre tantas otras actividades.
Con la vocación de tener un Centro comprometido con la disputa político-académica se impulsaron espacios abiertos por carrera que pongan en cuestión la autoridad del saber sobre la que se asienta el antidemocrático cogobierno universitario, como son los casos de la Comisión de Sociología, la de RRTT, La de Comunicación o el Espacio Abierto de Trabajo Social. Sabemos que en este camino que estamos transitando nos queda mucho por hacer, pero lo hacemos sabiendo que con cada granito de organización por abajo que aportamos, con cada compañerx que se acerca al Centro, mas cerca de nuestro objetivo estaremos, el de conquistar con la lucha una Universidad critica y popular.
Mención especial merece el Espacio Abierto de Trabajo Social donde nos hemos encontrado desde una perspectiva crítica, dando debates sobre nuestra carrera, nuestra formación y apostamos a la democratización de los órganos de cogobierno haciendo la experiencia de ser consejerxs mandatados por un espacio de base, política que hemos propuesto desde El Viejo Topo. Este espacio nos demostró que solo pensándonos en unidad, dándonos los debates necesarios para encontrar puntos de acuerdo que nos permitan dar golpes con un solo puño podemos enfrentar a una gestión de carrera – Agrupación Lucía Cullen – que haciendo oídos sordos a los reclamos y propuestas de los estudiantes, avanza en una reforma del plan de estudios que se propone cada vez más adaptar nuestra formación a un proyecto político que hoy gobierna nuestro país y nuestra facultad. Pero también esta experiencia nos ha demostrado que cuando esta unidad se rompe, los de arriba avanzan, logrando debilitar lo que durante años hemos construido, un poder propio de los estudiantes.
Por otro lado este año nos encontró nuevamente en pie de lucha a partir de un nuevo avance del Rectorado de la UBA sobre la educación pública, una nueva política de la alianza entre Radicales y Kirchneristas, que pretende dejar a más de 600 docentes de la Universidad sin trabajo, sin una jubilación digna, violando una ley nacional. Junto a lxs docentes hemos apostado a construir un recorrido conjunto, luego de asambleas todas las semanas, pasadas por cursos, clases públicas, movilizamos al rectorado con una gran columna del centro, todxs los estudiantes de Sociales hoy están al tanto del conflicto y le dicen No a las Cesantías!


El Empuje: un aporte hacia la construcción de una Nueva Izquierda

Cualquier agrupación que se proponga hacer un aporte para un cambio de raíz en la sociedad, no debe naturalizar la actual fragmentación que sufren las organizaciones del campo popular. Si queremos construir una nueva sociedad, sin lugar a dudas, tenemos que erradicar ciertas prácticas que se encuentran muy arraigadas en la “cultura militante”, y que persisten tal vez con más fuerza en la militancia universitaria. En este sentido, El Empuje, conformado por La Juntada, El Viejo Topo y La Brújula, es lamentablemente, más parecido una excepción, que la regla de los frentes políticos que existen en Sociales.
Nos proponemos que El Empuje no sea un mero frente electoral, sino el reflejo de un espacio político que crece en la izquierda, que demuestra una vocación por la articulación y construcción colectiva y que se propone seguir avanzando, priorizando las cosas en común antes que las diferencias tácticas. Siguiendo esta línea, desde El Empuje desarrollamos actividades en conjunto durante todo el año, nos posicionamos unificadamente en los debates sobre política nacional y concretamos propuestas realizadas en años anteriores.



A su vez, esta construcción política en Sociales no “cayó del cielo”, sino que forma parte un proyecto estratégico  que va más allá de la Universidad, y que toma en forma en los actos, movilizaciones, medidas de lucha ambiental, sindical, etc. y otras iniciativas que llevó a cabo lo que denominamos el espacio de la Nueva Izquierda, hoy en re-construcción y disputa. Desde COB - La Brecha (corriente nacional de la cual forma parte CAUCE UBA y El Viejo Topo), hemos confluido durante los últimos años con lxs compañerxs de la COMPA, MULCS, la Kiki Lescano, el Movimiento Popular La Dignidad, por sólo nombrar algunos de los agrupamientos políticos que entendemos forman parte de esta Nueva Izquierda. Con todos ellos esperamos seguir tejiendo lazos políticos y avanzar en los debates que permitan afianzar nuestra construcción política. Tarea por demás compleja, dado que este espacio de la izquierda no tiene ninguna “receta” fijada de antemano, sino que está en constante construcción y renovación.



¡Ni calco, ni copia! Este espacio se propone formar parte de la “creación heroica” que necesita la izquierda, por la que podamos construir una alternativa que gane espacio en la sociedad, des-naturalizando la marginalidad que hoy tienen los proyectos de transformación radical. Volviendo al ámbito de la Facultad de Sociales, la Nueva Izquierda también tiene grandes desafíos por realizar en los próximos años.



En principio debemos profundizar la democratización del centro, para convertirlo en una herramienta de lucha y organización cada vez más potente, más participativa y más colectiva. En este sentido, tenemos que aunar esfuerzos para lograr que la participación de estudiantes en las comisiones, asambleas y otros espacios de participación del centro no sea algo que exista sólo en las “épocas de alza”, sino que también persista cuando en los momentos de baja. Eso exige que, partiendo de que el centro no sólo es la herramienta de “lxs que luchan”, pensemos en instancias múltiples y disímiles de participación, contemplando diferentes grados de politización e involucramiento, pensando que las mismas puedan adquirir formas en que prime la autoorganización y el protagonismo, de modo que también sean herramientas para hacer crecer las ‘capacidad militante’ de cada compañerx. Por otro lado, también es necesario que desde la Nueva Izquierda aumentemos los niveles de confluencia en la política específica hacia las carreras, logrando establecer lazos en actividades de producción de conocimiento crítico y en la democratización de los órganos de co-gobierno de las juntas de carrera.




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